viernes, 10 de mayo de 2013

SYRIZA, si o no?


Es curioso, y no recuerdo ningún precedente, que se hable tanto de elecciones cuando en teoría todavía falta más de media legislatura por finalizar. Y lo más curioso de todo es que lleva hablándose de elecciones casi desde un día después de que el PP tuviera mayoría en las últimas elecciones generales. Y lo que es más curioso aún que todo lo anterior: pese a todos los problemas sociales que vivimos, pese a todo el percal que sale cada día en las noticias sobre la clase política, y un largo etcétera, el PP sigue teniendo mayoría en la intención de voto.

Esta cuestión podría analizarse desde muchas perspectivas, pero la tendencia política en España es compleja y muy simple a la vez. La cultura democrática en la sociedad es muy escasa, y el régimen en el que vivimos es completamente partitocrático, con un sistema representativo con muy serias carencias y limitaciones. Pero de todas formas, un régimen muy democrático no garantiza justicia social. Existen países latinoamericanos muy democráticos con una nula justicia social, y existen países europeos con democracias muy limitadas donde la calidad de vida es elevada y hay una justicia social considerable. Así que, pese a que el régimen poco democrático español es muy mejorable, lo cierto es que la raíz del problema se encuentra en la incompetencia total y absoluta de la clase política.

Ambos partidos mayoritarios han dejado de ser referentes sociales reales, y han pasado a ser simples "equipos" a los que animar. En los partidos "dinásticos" la militancia de base es decidida e idealista, pero sólo ascienden en sus estructuras de Estado quienes más velan por mantener el statu quo, que es curioso, pero suelen ser los más incompetentes. Y es por eso que en los últimos años muchos claman por la creación de una Syriza, como la de Grecia, para poder evitar que la derecha siga en el poder.

La experiencia de la Syriza en Grecia es digna de estudio y de ser considerada como referente, pero ni de lejos podemos comparar la situación política de Grecia con la nuestra, ni siquiera nuestras estructuras de partidos. Además, existe otra cuestión que a muchos se les olvida: que nuestro problema no es de izquierdas o de derechas. Es un problema de los de arriba, o de los de abajo.

Actualmente ha quedado demostradísimo que los términos tradicionales de izquierda o derecha en España ya no se aplican, y aquí en Cataluña tampoco es una excepción. Vimos cómo el gobierno tripartito en teoría era de izquierdas, y luego se aplicaron políticas descaradamente de derechas, o directamente no se hizo nada de nada. Vemos a los militantes del PSOE/PSC o de IU/ICV-EUiA participando muy activamente en el tejido asociativo y en las acciones de la PAH, pero cuando ellos estuvieron en posiciones de poder en diversas instituciones, especialmente ayuntamientos, no hicieron nada para cambiar las cuestiones legales sobre la vivienda y los deshaucios. Vemos que "la izquierda" está muy activa cuando no tiene el poder, pero que luego todo es dar largas y gestos de impotencia, achacando a que necesitan "más" votos. Nunca son suficientes votos ni suficiente representación, siempre necesitan más mayoría.

¿Una Syriza? Bueno, no me desagradaría, pero desgraciadamente no sería una solución a nada. Sería más una cosa simbólica y de placebo en vez de una solución real. No. No necesitamos que los partidos se junten en grandes coaliciones donde los pequeños tienen las de perder, y que a fin de cuentas son excusas para que el partido más grande de la coalición se cebe como un gorrino y acabe marginando a los demás, que acaban siendo relegados a simple comparsa. No. El cambio que necesitamos es otro.

El sistema no vale. Es más que caduco, y la ciudadanía ya no cree en él. Los partidos de izquierda mayoritarios están obsesionados con "educar" a las masas con más cultura democrática, en demostrarles que ellos pueden hacer las cosas, pero que necesitan los votos. ¿Y a nadie se le ha ocurrido que quizás es el pueblo quien tiene razón, y es la izquierda institucional quien no tiene las respuestas?

La ciudadanía está recuperando la consciencia, y ello se demuestra en la considerable movilización ciudadana que estamos viviendo. Las redes sociales hierven, y la verdad ya no se puede ocultar. La población empieza a saber de qué pie cojean los politicuchos que se dedican a robar, pero también saben quiénes son los que están haciendo algo por cambiar las cosas.

Y eso lo estamos viendo en el municipalismo, donde cargos electos que verdaderamente tienen que rendir cuentas a sus votantes, ya que se los cruzan a diario por la calle, independientemente de sus colores políticos, trabajan para el pueblo que les tiene expectativas puestas. Y esa es la verdadera política hacia la que estamos avanzando. Muchas organizaciones de izquierda minoritarias tenían muy claro que el municipalismo era la clave del cambio, y la realidad está dando la razón. El activismo de base es una realidad, y verdaderamente estamos viendo cosas útiles en los municipios. Así que la cuestión no es cambiar a los de arriba, sino mobilizar a los de abajo, y construir una sociedad nueva desde los ayuntamientos y las bases.

¿Syriza? Vale, ¿por qué no? 

¿Syriza = solución? Lo siento, pero definitivamente, no.

ECG.

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