miércoles, 8 de octubre de 2014

La derecha española, los heraldos de la muerte



Quién no recuerda al ex-ministro Cañete (ahora eurodiputado repudiado por el parlamento europeo) atiborrándose de filetes delante de las cámaras para demostrar que no había peligro con el mal de las vacas locas. El caballero de la barba blanca que recomendaba bañarse con agua fría y comerse los yogures caducados sigue haciendo el ridículo en Europa y avergonzando a su país, pero vamos "en la buena dirección".

Miles de muertos en África por una terrible epidemia, dos infectados españoles con una enfermedad sin cura... y al gobierno español se le ocurre la charlotada de traerlos aquí, a un hospital sin nivel de seguridad suficiente para atender una emergencia de ese calibre y sin seguir medidas de cuarentena suficientes con el personal. ¿Y para qué? ¿No sería más sencillo mandar médicos allá, en vez de traer enfermos aquí? ¡Ah, no, es verdad! ¡Que eso lo hacen los malvados comunistas cubanos! ¡Fuera, fuera, enviar médicos a Sierra Leona es antidemocrático y anticonstitucional! No, no... mejor traigamos al enfermo aquí, a ver si se cura solo por arte de magia (rezándole mucho a la virgen) y nos marcamos el puntazo de haber curado a un enfermo de Ébola. Eso hará mucho bien a la "Marca España".

Parece sacado del guión de una comedia americana, pero es la pura realidad. Ya de por sí que la ministra de sanidad se llame "Mato" es un chiste de mal gusto, pero es que encima es un ser indigno e incompetente que todavía tendrá los santos ovarios de no dimitir. Y encima la solución es sacrificar a un perro para tener a todos contentos. ¡Como en la edad media, señores! Hagamos una ejecución para tranquilizar al pueblo, matemos a un perrito. Ya dice el castizo refrán que "muerto el perro se acabó la rabia". ¿Será matar a ese perro una muestra más de españolidad? ¿Será también un atributo español viril el tener los santos bemoles de no mantener en cuarentena a los enfermeros que cuidaron de la persona enferma y dejar que fueran atendiendo a otros enfermos y haciendo vida normal?

Recortes en sanidad significan muerte. Traer aquí el Ébola significa muerte. Y lo peor de todo: muchos consideran que la mayor amenaza y el mayor peligro para España es Pablo Iglesias. ¿Nos hemos vuelto majaras? No, señores. Esta es la derecha española: una de las más retrógradas que hay en Europa, porque el problema es que no es una derecha democrática.

Lo más curioso de todo es que los "grandes demócratas patriotas" votantes del PP se llenan la boca de decir que la izquierda española es totalitaria y antidemocrática y no se parece en nada a la izquierda europea. ¿Perdonen ustedes, señores? ¿La antidemocrática es la izquierda española? ¿Siguen ustedes hablando de Paracuellos, o de los crímenes de los comunistas, o de ETA? ¿Es que puede tenerse acaso la cara más dura? 

En todas las democracias maduras existen siempre la derecha democrática y la izquierda democrática, la primera de inspiración liberal y la segunda socialdemócrata. Pero en España tenemos un modelo bipartidista de orden donde hay un partido socialdemócrata tan y tan descafeinado y nada preocupado por los derechos de los trabajadores que juega al liberalismo como cualquier otro partido liberal de derechas (mal llamados a sí mismos "de centro", término en el cual no creo), pero eso sí, muy chupi-progre, y por otro lado tenemos a un partido casposo, con sujetos siniestros que parecen sacados de un cómic que con su aspecto ya pagan, mafiosos y accionistas de negocios de muy dudosa moralidad (como la industria armamentística), todos ellos "demócratas sin par", mediocrísimos y sobrepagados.

Parafraseando a Julio Anguita, aquí tenemos a "las dos derechas". Un atajo de incompetentes mediocrísimos que no durarían ni dos días en cualquier puesto de trabajo serio que tienen nuestras vidas en sus manos. Pero se la suda. Ellos van cobrando, y su única preocupación es que los números cuadren. Son como los nobles del antiguo régimen, preocupados tan solo de sus asuntos y de los de sus semejantes, codeándose con clases dirigentes de otros países y ajenos al verdadero mal de la gente. Déspotas ilustrados que les importa más la apariencia que el hecho. Seres que son capaces de decir que gracias a los recortes estamos saliendo de la crisis, aunque haya gente que viva peor. Seres que les da igual ser negligentes mientras logren mejorar la Marca España y "solucionar" la crisis. Seres incompetentes en un sistema caduco e inoperante que no quieren reformar porque es su chiringuito. Y mientras tanto, la muerte. Primero suicidios de gente que va a ser deshauciada que ignoran, y ahora llega el Ébola, un virus que es una máquina de matar, y todo por su negligencia y garrulismo castizo.

Mediocres sin dignidad ni honor alguno que solo quieren seguir cobrando las monstruosidades que tienen asignadas y que no dimiten ni a tiros, que se aferran a sus puestos como la tapa de un submarino y encima se hacen llamar los elegidos. Seres antidemocráticos que encima se erigen como guardianes de la democracia y de la libertad. Esa es la derecha española.  Los heraldos de la muerte.

ECG.

No hay comentarios:

Publicar un comentario